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Silk

Cerca de las cumbres de las Akaishi habitan las orugas imomushi. Estas solo pueden sobrevivir en ese entorno tan especial y la seda que producen, para proteger a sus huevos del frio, es de la mejor calidad.

Conviértete en un pastor de orugas y, con la ayuda de tu fiel mastín, dedícate a recoger la mejor seda del mundo. Asegúrate de que los otros pastores no te quiten los mejores pastos y mantén al fiero Ookami lejos de tus tierras.

Así se presenta Silk, un juego creado por Luis Ranedo, ilustrado por Roc Espinet y que ha vuelto a ser reeditado por Devir.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 1 tablero de acciones
  • 1 marcador de puntos de seda
  • 85 meeples
    • 60 orugas (15 de cada color)
    • 4 pastores (1 de cada color)
    • 4 mastines (1 de cada color)
    • 16 criadero de orugas (4 de cada color)
    • 1 Ookami
  • 20 muros
  • 30 losetas de terreno
    • 9 de pasto
    • 13 de pasto natural
    • 7 de pasto frondoso
  • 4 fichas de bonificación
  • 1 reglamento en cinco idiomas diferentes

¿De qué trata?

Las orugas imomushi solo pueden vivir en las frías montañas Akaishi. Su especial microclima hace que se trate de un lugar único, protegido y codiciado. Muy pocos son los que aceptan dedicarse a la frugal vida de pastor de orugas. Una vida que, a la vez que solitaria, requiere de mucha dedicación y de un carácter capaz de soportar la presión de la competencia de los pocos otros pastores que se disputan un terreno tan acotado y escaso como este.

Durante su ciclo de actividad, las orugas imomushi devoran la vegetación de las Akaishi a un ritmo frenético. Su naturaleza les impulsa a tejer constantemente balas de seda, que usan para proteger del frío a los huevos que ponen a diario. La seda de estas orugas es de la mejor calidad y la más apreciada del mundo, de ahí la gran competencia entre los profesionales de la cría de estos peculiares animales.

Las orugas imomushi pueden vivir muchos años si están bien alimentadas y protegidas, pero en las cumbres de las Akaishi medra su único depredador natural, el fiero Ookami. Los pastores de orugas confían en sus fieles mastines para mantener sus rebaños bien protegidos, pero tampoco desaprovecharán la oportunidad de perjudicar un poco a la competencia dirigiendo la atención del Ookami hacia las orugas del prójimo. La instalación de muros y cercados que mantengan a salvo los criaderos de cada pastor puede ser clave para la supervivencia del rebaño de orugas.

¿Cómo se juega?

Preparación de la partida

  1. Cada jugador coge los meeples de su color (un pastor, un mastín, quince orugas y cuatro criaderos).
  2. Separad la loseta de pasto con la guarida del Ookami del resto de losetas.
  3. Disponed las 29 losetas de pasto restantes boca abajo sobre la mesa.
  4. Colocad el marcador de puntos de seda, el tablero de acciones y las cuatro fichas de bonificación cerca de la zona de juego.
  5. Cada jugador coloca su ficha de puntos en la casilla «5» del marcador de puntos de seda.
  6. Dependiendo del número de jugadores, el resto de piezas se dispone del siguiente modo:
    • Partidas de 2 jugadores:
      • Preparad una reserva común de 10 muros.
      • La partida se juega a 30 puntos.
      • Coged 19 losetas de pasto y añadid la loseta con la guarida del Ookami. Mezclad las 20 losetas y formad con ellas una zona de juego rectangular de 4 por 5 losetas.
      • Finalmente, voltead las losetas.
    • Partidas de 3 jugadores:
      • Preparad una reserva común de 15 muros.
      • La partida se juega a 40 puntos.
      • Coged 24 losetas de pasto y añadid la loseta con la guarida del Ookami. Mezclad las 25 losetas y formad con ellas una zona de juego cuadrada de 5 por 5 losetas.
      • Finalmente, voltead las losetas.
    • Partidas de 4 jugadores:
      • Preparad una reserva común de 20 muros.
      • La partida se juega a 50 puntos.
      • Coged las 29 losetas de pasto y la loseta con la guarida del Ookami. Mezcladlas y formad con ellas una zona de juego rectangular de 6 por 5 losetas.
      • Finalmente, voltead las losetas.
  7. Por último, se coloca el Ookami sobre la loseta de su guarida y cada jugador coge:
    1. Un criadero
    2. Siete orugas
    3. El pastor
    4. El mastín

Fase 1

Ahora, cada jugador tira los dos dados. Quien saque el resultado más alto coloca dos orugas sobre una misma loseta de pasto reseco, o bien separadas, sobre dos losetas de pasto reseco, una en cada loseta. A continuación, por turnos y en sentido horario, los demás jugadores proceden de la misma manera.

En una misma loseta puede haber orugas de diferentes colores; la única restricción es que solo puede haber como máximo tres orugas en cada loseta en cualquier momento de la partida. Cuando todas las losetas de pasto reseco estén ocupadas por tres orugas, los jugadores pasan a ocupar las losetas de pasto natural, siguiendo el mismo procedimiento, hasta que todos los jugadores hayan puesto sus siete orugas iniciales en la zona de juego.

Fase 2

El último jugador que haya puesto una oruga durante la fase 1, coloca ahora una de las siguientes fichas: el criadero, el pastor o el mastín. Los demás jugadores, por turnos, colocan una de estas tres fichas, siguiendo el mismo procedimiento, hasta que todos los jugadores hayan puesto el criadero, el pastor y el mastín en la zona de juego. Hay que tener en cuenta las siguientes reglas:

  • Los pastores y los mastines deben colocarse en losetas adyacentes que incluyan al menos una oruga de su mismo color; en el caso de los criaderos, en una intersección junto a una loseta con al menos una oruga de su color.
  • Una loseta ocupada por el Ookami, por un pastor o por un mastín, no puede contener ninguna otra pieza.
  • Tanto el pastor como el mastín deben colocarse en una loseta de pasto (de cualquier tipo) que esté libre y adyacente a una loseta en la que haya al menos una oruga de su mismo color.
  • Los criaderos deben colocarse en las intersecciones siempre y cuando en alguna de esas losetas haya al menos una oruga de su mismo color, y siempre a una distancia mínima de dos lados de loseta de cualquier otro criadero.

El jugador inicial será quien haya puesto la última ficha en la zona de juego.

Desarrollo de la partida

Una partida de Silk consta de un número indeterminado de turnos hasta que alguien desencadene el final de la partida.

Un jugador, en su turno, debe:

  1. Colocar una oruga en la zona de juego, siempre que le queden orugas en su reserva y haya un espacio donde colocarla.
  2. Lanzar los dos dados. El resultado de cada dado determina una acción que se debe realizar. El jugador tendrá la opción de modificar dichos resultados a razón de un punto de seda por cada punto que quiera aumentar o disminuir de cada uno de los dados y teniendo en cuenta que el 6 está conectado con el 1.

Acciones

Las acciones están representadas en el tablero de acciones, donde aparecen numeradas del 1 al 6.

Siempre que sea posible, el jugador debe realizar las dos acciones, una por cada dado. En caso de que el jugador no pueda realizar la acción que indique el dado, debe gastar puntos de seda para modificar el resultado de ese dado a otra acción que sí pueda realizar; si no le quedan puntos de seda, simplemente pierde esa acción.

Es posible realizar dos veces la misma acción, una vez con cada dado.

1. Criar oruga

Si al jugador aún le quedan orugas en su reserva, puede colocar una oruga sobre una loseta de cualquier tipo en la que haya menos de tres orugas y que sea colindante a alguno de sus criaderos; o bien en la que haya menos de tres orugas y alguna de estas sea suya.

Si el jugador ya no tiene orugas en su reserva, puede colocar una de sus orugas de la cueva del Ookami en su reserva.

2. Desplazar al pastor o al mastín

El jugador puede desplazar a su pastor o a su mastín de una loseta a otra (pueden hacerlo campo a través) teniendo en cuenta las siguientes repercusiones:

  • El pastor desaloja a los mastines y a las orugas, pero no puede entrar en losetas ocupadas por otro pastor o por el Ookami.
  • El jugador puede desplazar al mastín a la loseta ocupada por el Ookami. Como consecuencia, lo desaloja y lo pone en otra loseta.
  • El mastín desaloja al Ookami y a las orugas, pero no puede entrar en losetas ocupadas por otro mastín o cualquier pastor.
  • Cuando el jugador desplaza a su pastor o mastín para entrar en una loseta en la que haya orugas, este desaloja todas las orugas y las distribuye como quiera (juntas o separadas) sobre una o más losetas a su elección. Si las orugas están en una loseta situada en un margen de la zona de juego es posible echarlas de la zona de juego, de manera que se  devuelven a la reserva de su propietario.
  • Si un jugador desaloja a las orugas y las pone en la loseta ocupada por el ookami, este las captura y las deja en su cueva.

3. Construir un muro

Los jugadores pueden construir muros en la zona de juego a fin de limitar el desplazamiento de ciertas piezas, proteger a sus orugas y mantener al Ookami a distancia.

Al realizar esta acción, el jugador pone un nuevo muro en un lugar donde aún no haya ninguno, bien entre dos losetas o entre una loseta y el margen del tablero. Además, debe colocar el muro partiendo de uno de sus criaderos o de otro de sus muros.

Tramo de muros

Se considera que un tramo de muros está formado por dos o más muros colocados consecutivamente y que tienen como origen un criadero. Si el jugador construye un muro y con ello cierra un tramo de muros, pues lo ha hecho llegar a un criadero (que puede ser el mismo de origen u otro distinto, incluso de un color diferente), el jugador suma inmediatamente 1 punto de seda por cada muro que forma parte del tramo de muros recién cerrado.

Cercados

Se considera un cercado al conjunto de dos o más losetas cuyo perímetro esté totalmente rodeado por uno o más tramos de muros.

Al final de la partida, los jugadores obtienen puntos de seda por los cercados que controlen con sus criaderos de orugas. Un jugador controla un determinado cercado (y gana los puntos correspondientes) si es el jugador que tiene más criaderos en contacto con los muros que lo rodean. En caso de empate, nadie controla ese cercado ni tampoco se puntúa. La cantidad de puntos de seda que otorga un cercado se determina multiplicando el número de losetas que lo componen por el número de criaderos del jugador que lo controla.

4. Edificar un criadero de orugas o regenerar una loseta de yermo

Los criaderos de orugas permiten colocar orugas en las losetas colindantes, comenzar o cerrar tramos de muro, puntuar por cercados al final de la partida y regenerar losetas de yermo.

Al edificar un criadero, el jugador debe colocarlo en una intersección formada por al menos dos losetas y que sea colindante a la loseta donde está su pastor. Además, no se puede edificar un criadero de orugas a menos de dos lados de distancia de otro criadero.

Cuando un jugador ya ha edificado sus cuatro criaderos de orugas, puede usar esta acción para regenerar una loseta de yermo vacía y colindante a cualquiera de sus criaderos. A partir de ese momento, las orugas pueden volver a pastar ahí de forma normal. No es posible regenerar ninguna loseta de pasto que esté ocupada por alguna ficha.

5. Pastar

El jugador puede realizar esta en una loseta en la que tenga al menos una de sus orugas. Esto le permitirá que gane puntos de seda dependiendo de la cantidad de orugas y de la loseta donde pasten.

Para ello debe:

  • Desplazar a todas las orugas que haya en la loseta, distribuyéndolas como quiera (juntas o por separado) en una o más losetas adyacentes en las que sea posible colocarlas. Si no es posible desplazar a todas las orugas, esta acción no se puede realizar.
    • Si la loseta recién pastada se encuentra en un margen de la zona de juego, el jugador puede desplazarlas de manera que se pierdan en campo abierto.
    • Las orugas desplazadas a la loseta ocupada por el Ookami son capturadas y se colocan en la cueva del Ookami.
  • Dar la vuelta a la loseta que ha sido pastada, convirtiéndola así en una loseta de yermo.
  • Obtener tantos puntos de seda como resulte de multiplicar el número de sus orugas por el valor de la loseta en la que pastan.
    • Si hay orugas de otros colores, estas no dan puntos a sus propietarios.
    • Es posible pastar en una loseta de yermo, pero en tal caso solo se puede desplazar a las orugas y nadie obtiene puntos por esta acción.

6. Desplazar al Ookami

El jugador puede mover una loseta al Ookami teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Puede moverse campo a través.
  • No puede entrar en losetas ocupadas por cualquier mastín.
  • Desaloja a los pastores y envía a su cueva a aquellas orugas con las que coincide en una misma loseta.

Cueva del Ookami

En el tablero de acciones encontramos la cueva del Ookami. Al final de la partida, cada jugador pierde tantos puntos de seda como orugas tenga en dicha cueva.

Mejoras

Hay cuatro bonificaciones que los jugadores pueden conseguir durante la partida.

En cuanto un jugador completa una de las mejoras, gana inmediatamente los puntos de seda que indica la ficha de bonificación correspondiente; después, gira esa ficha de bonificación para indicar que ningún otro jugador puede ganar los puntos.

Estas bonificaciones se otorgan al primer jugador que:

  • Consiga vaciar su reserva de orugas, ya sea colocándolas en la zona de juego o porque estas se encuentran en la cueva del Ookami, obtiene 10 puntos de seda inmediatamente.
  • Construya un tramo de, al menos, cinco muros y obtiene inmediatamente 5 puntos de seda.
  • Cree un cercado de, al menos, tres losetas y obtiene inmediatamente 10 puntos de seda.
  • Consiga edificar sus cuatro criaderos de orugas en la zona de juego y obtiene inmediatamente 5 puntos de seda.

Fin de la partida

El final de la partida se desencadena cuando se cumpla alguna de las siguientes condiciones:

  • Un jugador ha alcanzado la puntuación prefijada en función del número de jugadores.
  • Algún jugador construye el último muro.
  • Si, tras una acción de pastar, todas las losetas muestran un yermo.

En ese momento, dicho jugador termina su turno normal y el resto de jugadores realizan un turno. Ahora es cuando se efectúa el recuento final de puntos de seda para determinar el ganador de la partida:

  • Los jugadores suman los puntos obtenidos por los cercados que controlan. La cantidad de puntos de seda que otorga un cercado se determina multiplicando el número de losetas que lo componen por el número de criaderos del jugador que lo controla.
  • Los jugadores puntúan también aquellas losetas (que no sean de yermo) en las que tengan al menos una oruga. Para ello, multiplican el número de sus orugas presentes por el valor de la loseta de pasto, y actualizan su puntuación en el marcador.
  • Cada jugador pierde tantos puntos de seda como orugas tenga en la cueva del Ookami.

El jugador que tenga más puntos de seda tras el recuento final es el ganador de la partida.

¿Cuál es nuestra valoración?

Con Silk nos encontramos ante un juego táctico de gestión de dados en el que los jugadores deben pastorear a sus orugas por los pastos más fértiles para obtener su preciada seda.

Con respecto a su estética y componentes, Silk se encuentra a la altura de todas las producciones de Devir, es decir, su aspecto visual y la calidad de producción de todos los componentes es muy alta. Además, cuenta con un montón de meeples personalizados, como son las orugas, los pastores, los mastines, los criaderos y el Ookami, que son decisiones sobre elementos que siempre se agradecen ya que hacen que el juego tenga una identidad mucho más propia.

Otro de los detalles a los que Devir nos tiene acostumbrados es a su magnífica cuna para meter todos los componentes del juego y que siempre es bienvenida para que no se desperdiguen por la caja cuando la transportamos.

Por otro lado, la ilustración de la portada, además de ser muy bonita, nos mete de lleno en su temática ya que en ella podemos apreciar prácticamente todos los elementos del juego: En primer plano, las protagonistas, las orugas. Pero justo detrás nos encontramos con un pastor y su mastín, que está pendiente del imponente Ookami que se ve a lo lejos en las montañas. Y es que de eso trata este juego.

Silk nos pone en la piel de unos pastores que intentan recolectar la apreciada seda que elaboran unas únicas orugas muy especiales. Para poder hacerlo, deberemos conseguir que pasten en los mejores prados teniendo que luchar por ellos contra el resto de jugadores que tendrán que hacer lo mismo. Colocaremos criaderos de orugas para tener más, construiremos cercados para protegerlas y nos moveremos por el terreno junto a nuestro mastín para ahuyentar al Ookami y ganar terreno a nuestros contrincantes echando a sus orugas de los terrenos más apreciados.

Esta teoría, Silk la implementa perfectamente a través de una mecánica basada en el lanzamiento de dados. Es decir, en la práctica, los jugadores tirarán los dados y ejecutarán las acciones que representan cada uno de los dos resultados y en función de lo que marque el tablero de acciones. De ésta forma, los jugadores podrán: añadir orugas, mover al pastor o al mastín, construir muros, construir criaderos, recolectar seda o incluso mover al Ookami.

Es cierto que el azar de los dados influye mucho en las decisiones que debemos tomar. Por este motivo, el juego introduce una posibilidad que hace que los jugadores tengan la opción de gastar puntos de victoria con el objetivo de cambiar el resultado de alguno de sus dados y así realizar una acción que considere más productiva. Es cierto que de esta forma, éste azar es más controlable pero solo hasta cierto punto, porque el coste es muy elevado haciendo que esta decisión sea muy exclusiva.

Todas estas acciones las realizaremos sin perder de vista el objetivo final que es la recolección de seda, ya que es la que nos dará la mayor cantidad de puntos al final de la partida. Estas puntuaciones dependerán totalmente del tipo de loseta en la que pasten nuestras orugas ya que, cuanto mejor sea el campo donde se encuentren y más tengamos, más puntos de victoria conseguiremos.

Como podremos intuir, el juego será una lucha constante entre los jugadores por ver cómo conseguir puntuar los mejores pastos con el mayor número posible de orugas. Es por ello, que el juego busca la confrontación y la interacción constante entre los jugadores y establece una serie de condiciones entre las diferentes fichas que provocan los movimientos de éstas por el tablero. Por ejemplo, los pastores mueven a los mastines cuando entran en la misma casilla, estos a su vez mueven al Ookami y este secuestra a las orugas llevándoselas a su cueva para, al final de la partida, comérselas y restar un punto por cada oruga de algún jugador.

Todo esto hace que los jugadores deban saber leer muy bien el terreno, anticiparse a los posibles movimientos de sus rivales y adaptarse a las circunstancias, convirtiendo así a Silk en un juego muy táctico, incluso más de lo que parecía en un principio.

A la hora de puntuar, además de los puntos obtenidos por la recolección de seda, tenemos una carrera secundaria por ver quien consigue las cuatro diferentes recompensas que otorga el juego a los primeros que consigan sus objetivos, siendo estos poner cinco muros seguidos, cercando tres losetas, gastar todas las orugas o criaderos de su reserva. No son puntos desdeñables y pueden llegar a desequilibrar la balanza en alguna partida.

Con todo ello, vemos que, a pesar de su sencillez de reglas y acciones directas, Silk esconde un juego más complejo pero que no llega a pasar la barrera de ser un juego familiar y eso le convierte en un juego apto para todo tipo de jugadores.

Con respecto a su escalabilidad, Silk es un juego que va de 2 a 4 jugadores y funciona bastante bien a cualquier número de ellos. Una de las decisiones que ayudan mucho a este aspecto es que el tamaño del tablero depende totalmente del número de jugadores, haciendo que cuantos menos seamos, menos losetas tendremos disponibles y la lucha por ellas será igual que si fuéramos más jugadores.

También es cierto que, como hemos visto, es un juego táctico y que tiene mucha interacción entre los jugadores ya que busca constantemente la confrontación directa entre ellos. Por ello, quizás, sus mejores números son a tres o a cuatro jugadores. Es verdad que a dos sigue siendo divertido y se convierte en un juego mucho más controlable por el marcaje que se hacen ambos jugadores, pero cuando se introduce un tercer o cuarto jugador, hace que el juego gane un poco más de enteros por esas múltiples luchas que se producen por las losetas más jugosas.

Estas luchas vienen dadas por los movimientos de los pastores o de los mastines, ya que pueden echar a las orugas de los demás jugadores fuera del tablero o, incluso, de los mejores pastos. De hecho, lo normal será que, como solo puede haber una figura en cada loseta (excepto orugas que caben hasta 3) se generen reacciones en cadena que provoquen muchos movimientos que fastidien a tus rivales.

También, además, otro de los elementos importantes en la interacción es el Ookami. No solo con una de las acciones podrás moverle y comerte a las orugas de algún rival, sino que, además, alguno de estos movimientos generados por las reacciones en cadena, pueden hacer que las orugas del rival acaben en sus fauces haciendo que dichos jugadores pierdan puntos de victoria si esas orugas se mantienen en su cueva al final de la partida.

Por otro lado, una de las características por las que destaca Silk es por su rejugabilidad. Nos encontramos ante un juego estratégico y con un componente táctico importante que se produce ya desde el inicio. El tablero modular es colocado al azar en cada partida y el hecho de que los jugadores luchen ya desde el comienzo por posicionarse intentando coger los mejores sitios en función de la disposición, nos hace presagiar que cada partida es totalmente diferente a las otras.

Pero es que, una vez comenzada la partida, el azar de los dados y la estrategia llevada por cada uno de los jugadores confirma claramente su alta rejugabilidad. Además, hay que tener en cuenta que las partidas son relativamente cortas lo que favorece aún más el querer jugar una partida tras otra o que el juego vea mesa con regularidad.

Es cierto que, a pesar de que es un juego con reglas sencillas, existe una pequeña curva de aprendizaje que hay que valorar ya que, tras dos o tres partidas, los jugadores serán capaces de leer mejor el terreno y las opciones que tienen que los jugadores que juegan su primera partida, haciendo desequilibrar un poco la balanza.

Para concluir, queremos decir que Silk es una propuesta familiar con un alto componente táctico y una interacción entre jugadores muy alta. Cuenta con unas reglas y unas mecánicas sencillas que hay que saber manejar y dominar para optimizar bien tus acciones, intentando conseguir los mejores terrenos para tus orugas fastidiando a tus rivales. Un muy buen título que se caracteriza por partidas intensas y que cabe en cualquier ludoteca sin ningún tipo de problemas ya que hará disfrutar tanto a los iniciados como a muchos de los jugones.

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  • Tipo de producto: juego de mesa
  • Duración aproximada de la partida: 45 min
  • Número de jugadores: 2 - 4
  • Juego adecuado para pasar el tiempo libre

 

 

Última actualización el 2024-04-21 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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