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Plata

Estás a punto de adentrarte en la mina abandonada de Silver City. No será fácil alcanzar la anhelada fortuna.

Debes jugar bien tus cartas, anticiparte a tus rivales y evitar la terrible maldición que cae siempre sobre la última persona en abandonar la mina.

Consigue toda la plata que puedas, no confíes en nadie y deshazte de tu cartas lo más rápido posible.

Entra por tu cuenta y riesgo.

Así se presenta Plata, un juego de cartas que nos trae como novedad en este año 2021 la editorial Zacatrus junto a BrainPicnic y que ha sido creado por Dominic Crapuchettes y diseñado por Manu Palau.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 60 cartas
    • 45 de cuarcita
    • 15 de plata
  • 10 losetas
    • 5 monedas de plata
    • 1 maldición de la mina
    • 2 lingotes de plata
    • 2 pistolas
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

Plata es un juego de cartas de escalada en el que los jugadores entran en una mina abandonada en la ciudad fantasma de Silver City en busca de plata.

El objetivo es ganar cartas de plata, las únicas que dan puntos. Cuanto más baja sea la carta, más puntos proporcionará. También hay que estar muy atentos a la temible maldición de la mina, que impide que el último jugador en salir de la mina consiga alguno de los puntos ganados durante la ronda.

¿Cómo se juega?

Preparación

  1. Coloca sobre la mesa el lingote de plata y las monedas que correspondan según el número de jugadores:
    • 2 jugadores: moneda de 5 de plata.
    • 3 jugadores: monedas de 2 y 5 de plata y la loseta de maldición.
    • 4 jugadores: monedas de 2, 5 y 8 de plata y la loseta de maldición.
    • 5 jugadores: monedas de 2, 5, 8 y 10 de plata y la loseta de maldición.
    • 6 jugadores: monedas de 2, 5, 8, 10 y 12 de plata y la loseta de maldición.
  2. Baraja todo el mazo de cartas y reparte 10 a cada uno de los jugadores.
  3. El jugador de la izquierda del que reparte será el jugador inicial de la ronda.

Desarrollo

Las bazas

El jugador inicial de la ronda debe empezar una baza jugando, en el centro de la mesa y bocarriba, cartas de su mano. Están permitidas tres tipos de bazas:

  • Simple: Se juega una sola carta.
  • Set: Se juegan dos o más cartas del mismo valor.
  • Escalera: se juegan dos o más cartas que tengan un valor consecutivo.

Una vez que el jugador inicial ha jugado una baza permitida, el siguiente jugador tiene dos opciones: jugar o pasar.

  • Jugar: El jugador puede usar y asistir a la baza del jugador anterior siempre y cuando cumpla las tres siguientes normas:
    • Debe jugar el mismo número de cartas.
    • Debe ser el mismo tipo de baza (simple, set o escalera).
    • La carta más alta debe ser superior en valor a la carta más alta jugada por el anterior jugador.
  • Pasar: El jugador puede, ya sea por que no puede o no quiere, pasar y no asistir a la baza en este turno. Podrá hacerlo en un turno posterior de esa misma baza sin ningún problema.

Una vez que el jugador haya decidido jugar o pasar, le toca al siguiente, que hará lo propio. Se seguirá jugando la baza por todos los jugadores de la misma forma hasta que se cumpla una de las siguientes condiciones:

  • Alguien ha jugado un 15 en cualquiera de sus formas (simple, set o escalera). Será el ganador de la baza completa.
  • Todos los jugadores pasan. En este caso el ganador de la baza será el último que haya jugado alguna carta.

Al ganar una baza, el jugador debe colocar todas las cartas ganadas bocabajo a su lado y será quien comience la siguiente baza, definiendo el tipo de baza a jugar.

La ronda

Cuando alguien juega la última carta de su mano, coge inmediatamente la loseta de plata disponible que tenga el mayor valor. El resto de jugadores continuará jugando con normalidad.

La ronda termina cuando solo queda un participante con cartas en la mano. Este jugador deberá coger la loseta de la maldición de la mina cuando finalice la baza.

Al terminar cada ronda, es el momento de puntuarla. Para ello, todos los jugadores deben sumar las pepitas de plata de las cartas de las bazas que hayan conseguido y sumarle el valor de la moneda conseguida en la ronda. El jugador que ha quedado en último lugar, y por tanto se ha llevado la maldición de la mina, se queda sin puntuar y obtiene 0 puntos en esta ronda.

Una vez puntuada la ronda, los jugadores devuelven al centro de la mesa las monedas, y el jugador que ha sido jugador inicial será el nuevo crupier de la siguiente ronda repartiendo nuevamente 10 cartas a cada jugador.

Doble o nada

Existe la opción de que un jugador, antes de jugar ninguna carta, reclame la acción de doble o nada en la ronda. Esto consiste en que si este jugador es el primero en salir de la mina, es decir ha jugado todas sus cartas, obtendrá el doble de puntos conseguidos en toda la ronda (incluyendo pepitas y moneda). En el caso de que no sea el primero, conseguirá 0 puntos, independientemente de las pepitas ganadas y del valor de su moneda.

No hay ningún problema en que en una ronda haya más de un jugador que reclame el doble o nada, pero lógicamente solo uno será quien pueda conseguirlo saliendo el primero de la mina.

Fin de la partida

El juego se desarrolla de la misma forma hasta que uno de los jugadores llegue, o sobrepase, el valor de 50 pepitas de plata, cogerá el gran lingote y se proclamará vencedor de la partida.

Variantes

Para dos jugadores

Solo se utilizará la moneda de 5 de plata y consiste en que el primero que salga de la mina será quien la consiga y no se jugará con la loseta de la maldición. Al final de la ronda, ambos jugadores sumarán los puntos obtenidos por las pepitas de las cartas de sus bazas ganadas y el ganador de la ronda sumará los 5 de la moneda.

Los quince son comodines

En esta variante, todas las cartas con valor 15 se pueden jugar como comodines, es decir, como cualquier número entre el 1 y el 15. No se altera el valor de las pepitas de cada carta.

Por equipos

Los jugadores se agrupan por parejas o tríos. Las pepitas ganadas por cada integrante del grupo se suman al final de cada ronda a la puntuación del equipo.

Cuando algún jugador reclama un doble o nada, se dobla solo la puntuación de ese jugador y no la del equipo entero.

Las puntuaciones a las que se deben llegar para proclamarse vencedor son más altas que en una partida normal y dependen del número de equipos y participantes. Así pues:

  • 2 parejas: 100 puntos.
  • 3 parejas: 100 puntos.
  • 2 tríos: 150 puntos.

Más madera

Esta variante cambia varias normas al juego:

  • La baza solo termina cuando todos los demás jugadores han pasado.
  • Las bazas pueden ser superadas con una versión más larga, es decir, con más cartas. Por ejemplo, cualquier set puede ser superado por un set con una carta más, aunque el valor de las cartas del set sea más pequeño.
  • Las bazas de una carta se convierten en bazas de set de una carta.

¿Cuál es nuestra valoración?

Zacatrus continúa sacando juegos de mesa con las exitosas mismas claves: que sean sencillos, relativamente rápidos y que estén destinados a un público muy amplio. Con Plata siguen a pies juntillas estas claves y publican un juego de cartas que seguro que a más de uno le recordará a los juegos de cartas de toda la vida pero más moderno y con un toque temático.

Pero antes de empezar a analizar sus mecánicas, queremos empezar hablando de su estética ya que, aunque Plata cuenta con un arte sencillo, es muy destacable. Ya con solo ver la caja, su diseño y los colores elegidos, nos damos cuenta de que estamos ante un juego que se define claramente como elegante. Una caja y una portada en tonos grises oscuros, casi negros y con letras, como no podía ser de otra manera, en color plateado que lucen muy bien y crean un contraste perfecto.

Además, cuando abrimos la caja nos encontramos más de lo mismo, es decir, elementos muy sencillos pero que brillan por su estilo. Por un lado, tenemos el componente estrella del juego: las cartas. Unas cartas de bastante buena calidad y que destacan por su diseño. No solo porque son muy prácticas y su valor viene en un tamaño grande, que para este tipo de juegos es lo ideal, sino que las cartas que representan la cuarcita y la plata están claramente diferenciadas por el texto y sobre todo por el color, al que tenemos que hacer especial mención al tono casi brillante que tienen las cartas de plata con un gris metalizado.

Además de las cartas, el juego trae una serie de losetas que siguen la misma línea y no queremos dejar de mencionar la pequeña cuna que trae ya que siempre es de agradecer en estos juegos, para que no se mueva el contenido libremente por la caja.

Por tanto, obviamente, solo podemos decir que en lo que se refiere a estética y componentes, Plata tiene una nota muy alta y que, a pesar de su sencillez, nos ha gustado mucho.

Cambiando de tercio y hablando ahora de sus mecánicas, Plata es un juego puro de bazas y más concretamente de climbing. Pero para entrar en contexto, debemos saber que el objetivo de los jugadores es conseguir la mayor cantidad de pepitas de plata en cada una de las rondas para conseguir el gran lingote antes que ningún otro jugador y proclamarse con ello vencedor.

Para conseguir estas valiosas pepitas tenemos dos opciones: O bien ganamos bazas que contengan cartas de plata o bien obtenemos una loseta de la mina cuando consigamos quedarnos sin cartas en la ronda.

Expliquemos bien todo esto.

Como decimos, Plata es un juego de bazas, es decir, un juego en el que los jugadores deberán ir echando las cartas de su mano a la mesa siguiendo una serie de reglas, con el objetivo de ganar la baza completa obteniendo así todas las cartas jugadas. Obviamente, en este punto nos vienen a la cabeza multitud de juegos de cartas clásicos de baraja española como pueden ser el tute o la brisca o juegos mucho más actuales como el Claim, La tripulación o El zorro en el bosque.

Una curiosidad que hay que destacar es que el mazo se compone de 60 cartas y solo dos “palos”: la cuarcita y la plata. De hecho, hay 45 cartas de cuarcita y 15 de plata. A la hora de jugar las cartas, el palo, en este caso el material, no importa y solo se debe tener en cuenta el valor de la carta. La importancia del material viene cuando queremos cuantificar los puntos. Obviamente solo habrá pepitas de plata en las cartas de plata y cuanto mayor sea el valor de la carta de plata, menos pepitas tendrá.

Pero la mecánica clave y fundamental del juego es la parte del climbing. Esto significa que, como norma principal, para poder participar en la baza en curso, el jugador en turno debe echar una carta con un valor que supere el valor de la carta jugada previamente. Si no puede superarlo, el jugador forzosamente deberá pasar sin soltar ninguna carta y se tendrá que quedar fuera de esta baza.

Esto es relevante porque a medida que los jugadores consigan ir quedándose sin cartas para jugar en la baza, irán robando fichas bonificadas con un determinado valor en pepitas de plata. Obviamente, el valor de las fichas irá disminuyendo en función del puesto en el que vayan acabando los jugadores. Incluso el último jugador recibirá la ficha de maldición de la mina que hace que su puntuación sea 0 independientemente del número de pepitas que haya conseguido con las cartas.

Además, hay dos matices importantes que señalar dentro de esta mecánica. El primero es que el jugador que comienza la baza no solo podrá jugar una carta, sino que podrá jugar sets o escaleras que obligarán al resto de jugadores a asistir a la baza con el mismo tipo de jugada. Es decir, si un jugador juega una pareja de seises, el siguiente jugador deberá soltar también una pareja y con un valor superior. Lo mismo ocurre con un trío, cuarteto, etc, o una escalera de cualquier número de cartas. Es decir, esta opción inicial condiciona muchísimo la baza y es un factor estratégico muy importante a tener en cuenta.

El segundo punto, y que condiciona también mucho la estrategia es que, como hemos dicho, si un jugador no tiene para superar, debe pasar obligatoriamente y ya no podrá jugar más en esa baza. Pero en cambio, el juego permite también al jugador poder pasar aunque sí que tenga una carta que supere a la anterior y jugar en un turno posterior en el caso de que aún pueda superar la jugada.

Por último, otro pequeño as en la manga que tiene el juego es que en cada baza se reparten 10 cartas a cada jugador y, salvo que juguemos 6 personas, habrá cartas que se quedarán sin repartir generando la incertidumbre de cuáles tienen nuestros rivales y cuáles se han quedado en el mazo.

Por tanto, si analizamos bien las mecánicas explicadas, vemos que estamos ante un juego de bazas sencillo, pero con un montón de pequeños elementos que hacen que el juego sea más divertido y tenga una cierta profundidad. Todo esto convierte a Plata en un juego clásico pero moderno.

Por otro lado, y respecto a la escalabilidad, debemos decir que, aunque en la caja del juego viene indicado que es de 2 a 4 jugadores, realmente se trata de una pequeña errata y pueden llegar a jugar hasta 6 personas sin ningún problema. No solo nos damos cuenta porque en las variantes de juego por equipos se pueden juntar tres parejas o dos tríos, sino que el resto de los componentes están preparados para jugar 6 personas ya que vienen 60 cartas (se reparten 10 a cada jugador) y hay 6 losetas de extracción de la mina (incluyendo la mina maldita).

A la hora de valorar cuál es el mejor número para jugar, podemos afirmar que en cualquiera de sus números es un juego muy disfrutable, pero es cierto que a partir de los 3-4 jugadores es cuando percibes toda su esencia. Es decir, a dos jugadores también es muy divertido pero las partidas son mucho más rápidas y directas y sobre todo carece de dos características muy importantes del juego: No se utiliza la loseta maldita que castiga mucho al jugador perdedor de la baza y no se puede utilizar la estrategia de pasar para luego, cuando te vuelva a tocar, sorprender a todos jugando una carta guardada.

En este sentido, por eso decimos que a partir de los 3 o 4 jugadores sería lo ideal, pero incluso siendo 6 jugadores se vuelve un juego un puntito más analítico ya que el reparto de todas las cartas hace que puedas contar qué cartas son las que quedan por salir.

La última parte de nuestra valoración va destinada a la rejugabilidad. Obviamente, con este tipo de juegos estamos ante una rejugabilidad prácticamente infinita. El azar de las cartas, las bazas jugadas y el desarrollo de las rondas, harán que las partidas sean completamente diferentes las unas de las otras. Además, el que incluya varias modalidades de juego le aporta una mayor rejugabilidad y permiten nuevas formas de jugar y estrategias totalmente diferentes. No solo en las modalidades por equipos, donde nos llega a recordar a los clásicos juegos de cartas de baraja española como el tute en el que los jugadores pueden desarrollar sus propias formas de jugar y compenetrarse para llevarse las bazas, sino que la modalidad «más madera» incluye una serie de reglas especiales que aportan frescura cuando queremos cambiar un poco la forma de jugar.

Para concluir queremos decir que con Plata estamos ante un juego de cartas que nos parece un acierto total. Juego muy elegante y sencillo, con partidas rápidas, muy divertidas y que bebe de varios juegos de cartas clásicos para darles un poco más de profundidad y convertirlo en un juego realmente interesante para jugarlo con cualquier tipo de jugadores, en cualquier momento y, lo mejor de todo, a un precio muy económico.

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