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Codinca

En lo profundo de la selva tropical del Yucatán, un grupo de cazatesoros ha descubierto la ciudad perdida de Codinca. En el centro de la antigua gran ciudadela se levanta un templo de piedra. Las leyendas locales hablan de grandes tesoros que yacen bajo el templo pero, a pesar de semanas de búsqueda, la puerta de acceso no ha sido encontrada.

En la parte superior del templo se alza una plaza con un altar de piedra. En él, se haya un conjunto de 16 losetas talladas. Examinándolas de cerca, descubrís una intrincada serie de mecanismos que permiten mover de lugar y girar las losetas revelando la otra cara de piedra u oro. Las tallas en cada lado de la columna indican la secuencia de 4 movimientos principales que pueden hacerse con las losetas para abrir el templo.

¿Serás el primero en descubrir los secretos de Codinca?

Así es la presentación de Codinca, un juego creado por Leonard Boyd y David Brashaw, ilustrado por el propio Leonard Boyd y que nos trae la editorial Backspindle Games Ltd. y Ninja Division.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 16 losetas (4 de cada color)
  • 24 cartas llave
  • 20 cartas espíritu
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

En Codinca, cada jugador tiene el control de un conjunto de cuatro fichas de símbolos coincidentes: Aire, agua, tierra o fuego. Los jugadores se turnan para mover sus fichas e intentar conseguir con ellas representar los patrones que vienen reflejados en las cartas que se reparten al inicio del juego.

El primer jugador en hacer coincidir todos sus patrones gana la partida.

¿Cómo se juega?

La preparación de Codinca es muy sencilla:

  1. Colocar las 16 losetas en la mesa en el orden que se muestra en la caja.
  2. Cada jugador elige un color con el que jugar.
  3. Separar por tipo las 24 cartas llave (línea recta, diagonal, cuadrado cerrado y cuadrado abierto) y barajarlas por separado.
  4. Se reparte una carta llave de cada uno de los cuatro tipos a cada jugador.
  5. Se barajan y se reparten tres cartas espíritu a cada jugador.
  6. Escoger al jugador inicial. En este caso será el que más oro tenga.

De esta forma tendríamos todo listo para comenzar la partida.

La partida se desarrolla en turnos alternos entre los jugadores hasta que se cumpla la condición de victoria que consiste en que un jugador haya conseguido representar sus 4 cartas llave.

En el juego existen dos acciones básicas:

  • Mover: El jugador puede intercambiar de lugar cualquiera de sus 4 losetas con alguna de las adyacentes (incluso diagonalmente).
  • Girar: El jugador puede girar cualquiera de las losetas del tablero para mostrar el otro lado de sus caras. Éstas caras pueden ser piedra u oro.

El jugador activo, en su turno, debe realizar dos acciones de éstas dos opciones combinándolas de una de las siguientes formas:

  • Mover y girar
  • Mover y mover
  • Girar y girar (al menos una de las fichas deberá ser del jugador)

La único que no está permitido es revocar la última acción del jugador anterior.

Además de éstas dos acciones, el jugador puede utilizar, adicionalmente y en su turno, una de las acciones de cualquiera de las tres cartas espíritu que ha recibido al comienzo del juego. Éstas cartas tienen dos caras. Una de ellas es igual para todas ellas y permite hacer una de las siguientes acciones:

  • Empujar una línea: Se coge una loseta de uno de los lados y se coloca en el extremo opuesto de la misma línea empujando así al resto de losetas para formar la cuadrícula.
  • Girar el bloque: Se escoge un bloque cuadrado de cuatro losetas y se gira 90º o 180º en sentido horario.

Por el otro lado de las cartas espíritu se encuentra la acción trampa. En ésta cara, aparece dibujada la cuadrícula entera indicando para cada una de las losetas qué lado deberá tener la ficha (piedra u oro). Si se utiliza ésta acción, el jugador debe colocar la carta con la flecha apuntando hacia la cuadrícula y dará la vuelta a tantas losetas como necesite para que las fichas queden tal y como aparecen en la carta.

Cuando las losetas de un jugador están en la posición correcta, coincidiendo con el patrón que aparece en una de sus cartas llave, debe mostrar la carta al resto de jugadores para verificarlo y la pone delante suyo. Le quedará una menos para ganar la partida.

Fin de la partida

El objetivo del juego es conseguir representar los cuatro patrones recibidos en las cartas llave. El jugador que primero lo consiga gana inmediatamente la partida.

¿Cuál es nuestra valoración?

Con Codinca nos encontramos ante un juego de mesa tipo puzzle en el que tendremos que mover nuestras fichas para intentar conseguir los diferentes patrones que recibiremos al comienzo de la partida y que nos permitirán obtener la victoria.

Una de las características que más debemos destacar del juego es el cuidado de su estética y de los componentes. Lo primero que nos va a llamar la atención, sin duda, es su caja. Pequeña, preciosa y colorida. Son de las que se abren por un lado y tienen la tapa imantada. Un pequeño detalle que alegra la vista es que una vez abierta, ves como los componentes quedan perfectamente ordenados.

Su producción, especialmente la de las fichas, es muy buena. Son de baquelita, son robustas y grandes, muy bonitas y muy coloridas. Además, todas ellas están talladas con símbolos diferentes que representan el aire, el fuego, la tierra y el agua. Desde luego, son un elemento con una calidad destacable por encima de la media de los juegos de mesa. Con respecto a las cartas redondas, tanto las cartas llave como las cartas espíritu, decir que son sencillas y perfectamente funcionales.

Señalar que el juego es totalmente independiente del idioma y multilenguaje en sus instrucciones. Característica que nos encanta y que no nos cansaremos de decir que suele ser lo ideal para un juego de mesa que quiera expandirse mas allá de sus fronteras a precios económicos.

Es cierto que la temática es bastante clásica y que está un poco pegada, pero es efectiva. El juego se viste para parecer que estás descifrando una serie de claves para descubrir una puerta secreta en un templo que te permitirá entrar a la ciudad perdida de Codinca que estará repleta de tesoros para quien entre en ella. Normalmente los juegos abstractos y además tipo puzzle no suelen necesitar tener un tema, pero cuando lo tienen, como en el caso que nos ocupa, se agradece.

El objetivo del juego es claro y está bien definido. Consiste simplemente en representar los cuatro patrones que nos han dado en los cuatro tipos de cartas llave repartidos al azar, teniendo en cuenta la disposición y el lado de la ficha. Es importante darse cuenta de que los patrones que se reparten, tendrán disposiciones diferentes, es decir, deberemos representar una figura en línea, una diagonal, un cuadrado cerrado y un cuadrado abierto. Esto asegura que cada jugador tendrá más o menos la misma dificultad para representarlos. Pero además, aunque cada uno de los patrones son iguales, cada modelo es diferente. Ello permite que cada jugador sepa en todo momento qué cartas de llave le quedan por resolver al resto de jugadores pero no tiene ni idea de la disposición ni de la cara necesaria de las mismas.

Con respecto a sus mecánicas debemos resaltar que son sencillas y fáciles de aprender. Para alcanzar el objetivo, los jugadores en sus turnos tienen dos opciones: Por un lado, pueden girar las fichas, cambiando así su cara visible. Por otro lado, pueden moverlas, intercambiando la posición de dos fichas adyacentes.

Cada jugador deberá hacer dos acciones de estas dos posibilidades y podrá combinarlas como quiera, es decir, podrá girar y girar, mover y mover o mover y girar. La única restricción es que, en las acciones de mover, deberá mover siempre al menos una de sus fichas y si elige girar dos de ellas, una también deberá ser suya. De esta forma sencilla, los jugadores irán moviendo sus piezas por la mesa para poder conseguir su patrón y evitar que el resto de jugadores consigan los suyos.

Es cierto que, al principio, te puede dar la sensación de que va a ser muy difícil conseguir resolver tus cuatro cartas llave y más teniendo en cuenta que los jugadores rivales estarán pendientes de tus movimientos, pero para eso están las cartas de espíritu. Éstas valiosas cartas te permiten hacer acciones extra muy interesantes sobre la disposición de las fichas. Te permitirán, por ejemplo, si utilizas la cara de la carta que se llama trampa, colocar todas las fichas por el lado que tengan reflejado en ella. Sin duda, un golpe de efecto y un giro inesperado que trastocará los planes de tus rivales y si has jugado con astucia, te permitirá estar más cerca de alguno de tus objetivos. El otro lado de estas cartas también tiene dos movimientos, del que podrás elegir uno, que son muy útiles, pero son movimientos estándar que puedan usar todos los jugadores y no tienen tanto factor sorpresa.

Con respecto a la escalabilidad, es un juego que escala muy bien. Va de 2 a 4 jugadores y suele ocurrir lo de casi siempre. Si jugamos a dos jugadores, el juego adopta la vertiente más estratégica ya que es más fácil estar pendiente de los movimientos del otro jugador y hacerle un marcaje férreo. A tres y especialmente a cuatro, el juego se vuelve más difícil de controlar, la interacción entre jugadores se vuelve más caótica y accidentada y se hace más difícil realizar un seguimiento al movimiento del resto de jugadores. En cualquiera de los casos, la diversión está asegurada.

Además, es un juego relativamente rápido y dinámico ya que las acciones son muy directas y salvo que algún jugador tenga mucho AP, el entre-turno debería ser moderadamente corto. Eso sí, hay que decir que es un juego no muy apto para aquellos que detesten la interacción y el puteo. Muy necesario si quieres llegar a buen puerto en la partida.

Por último, resaltar su rejugabilidad. Este tipo de juegos abstractos se caracterizan normalmente por su alta rejugabilidad y este no se queda atrás. La partida comienza siempre con la misma disposición simétrica para todos los jugadores, pero en cuanto se realizan los primeros movimientos, los caminos que tomará cada partida serán totalmente diferentes. Es cierto que quizás hubiera sido interesante ofrecer otro set-up inicial de las fichas para no tener la sensación de que el juego comienza de la misma forma.

En definitiva, con Codinca nos encontramos ante un juego abstracto con una producción muy bonita, que escala muy bien, con mucha interacción, muy dinámico, divertido y muy sencillo de reglas que lo convierte en accesible para todo el mundo. Muy recomendable incluso para viajes ya que ocupa poco espacio.

Puedes conseguir el juego de mesa Codinca en la página de la editorial.

Compra Codinca en Amazon

Ninja Division Games - Codinca
  • El paquete contiene 24 tarjetas, 16 cajas de símbolos e instrucciones
  • Necesita un mínimo de dos jugadores e un máximo de cuatro
  • Es adecuado para niños de 8 años y más
  • El tiempo de juego es de 30 minutos

 

 

Última actualización el 2024-04-16 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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